El artículo, titulado "Ucrania es la línea de combate de un conflicto mucho mayor", tiene como punta de partida la
reciente aprobación por parte del Congreso de EEUU de un paquete múltiple que incluía no solo ayudas militares a Kiev, sino también a Israel, Taiwán, así como también sanciones a Irán, veto a la popular plataforma de videos TikTok (propiedad de una empresa china) y la venta de algunos activos rusos incautados ilegalmente.
El contenido del proyecto legislativo, que se había convertido en una prioridad para la Casa Blanca para buscar revertir los
alicaídos números de intención de voto del presidente Biden de cara a los comicios generales de noviembre, "ofrece una idea clara de cómo Estados Unidos (y sus aliados clave en Europa y Asia) ven en este momento al mundo", reflexiona el Financial Times.
La nota admite que el lenguaje utilizado por el alto mando militar de EEUU "trae recuerdos desafortunados", en referencia al denominado "eje del mal" que invocaba el entonces presidente George W. Bush para justificar la invasión de Irak en 2003 por parte de la OTAN y continuar impulsando una política exterior intervencionista en Oriente Medio.
Ahora, dice el texto, EEUU vuelve a hacer lo mismo, pero para antagonizar contra países que disputan su hegemonía global, como lo son
Rusia y China, y perjudicar a otros países que no se han alineado con Washington como Corea del Norte e Irán.
La renovada alianza occidental, argumenta el FT, es en realidad una red global de países liderada por EEUU que busca enfrentarse a la política de cooperación y asociaciones estratégicas que impulsa Pekín y Moscú con el objetivo de crear un mundo multipolar y romper con la política mundial dictada desde Washington persiguiendo exclusivamente su propio interés y el de sus socios.
En ese sentido, pondera el diario, tanto EEUU como Japón, que han fortalecido su alianza en el último tiempo, creen que seguir apoyando a Ucrania es vital para los intereses de ambos países en el Indopacífico.
"Por lo tanto, Estados Unidos y sus aliados
creen que están jugando a la defensiva apoyando a países que están en la línea de fuego del eje de adversarios, sobre todo,
Ucrania, Israel y Taiwán", señala la nota, recordando que esta inversión de recursos nacionales en conflictos ajenos ha provocado la crítica tanto desde la derecha nacionalista como de la izquierda antimperialista y pro-Palestina en EEUU.
De acuerdo al diario británico, "hay verdad" en la preocupación sobre la falta de recursos de EEUU para abrir tantos frentes bélicos y tener éxito en esta misión.
El artículo pasa a citar las palabras de un alto funcionario del gobierno de Biden, que habló con el medio con la condición de permitir su anonimato, quien admitió que "en este momento estamos al máximo [de nuestras capacidades]".
Al respecto, la nota detalla cómo EEUU prefiere en la actualidad no participar directamente en conflictos bélicos, sino financiar a otros países para que enfrenten a sus adversarios.
"En la práctica, esto ha significado a menudo proporcionar nueva ayuda militar a los aliados de primera línea de Estados Unidos", dice la nota, en referencia a la transferencia de ayuda a Ucrania, Taiwán e Israel.
Esta estrategia concluye el FT, es "potencialmente mortal" para EEUU, ya que al desplegar su fuerza militar a través de otros países, pero no implicarse directamente, Washington pierde control sobre el desarrollo de los conflictos que impulsa, como se ha visto en el caso de Israel y su escalada bélica, que perjudica las chances electorales de Biden y lástima todavía más la imagen pública del país norteamericano en el tablero mundial.