Los activistas permanecieron "más de una hora bloqueando el acceso a los coches bajo el lema 'Madrid Central Funciona'", según confirmaron a Sputnik desde la organización.
"Reclamamos que el ayuntamiento no rebaje una medida que ha demostrado su eficacia reduciendo la contaminación a su valor más bajo en 10 años", señalan desde Greenpeace.
Con esta acción, animan a la ciudadanía "a seguir respetando Madrid Central con o sin multas".
Madrid va camino de convertirse en la primera gran capital europea en revertir sus planes para transformar la ciudad en una zona de bajas emisiones, unos planes que salvaron a España de recibir sanciones desde la Unión Europea y que el nuevo alcalde de la ciudad, José Luis Almeida, pretende derribar con la moratoria puesta en marcha este 1 de julio.
Almeida tomo posesión el pasado 15 de junio gracias a un pacto con liberales y ultraderechistas, sucediendo así a la anterior alcaldesa, la izquierdista Manuela Carmena, que dedicó buena parte de su acción de gobierno a implantar Madrid Central, una iniciativa para transformar casi la totalidad del distrito centro de la ciudad (472 hectáreas) en una zona de bajas emisiones.
Dos días después de que Almeida asumiera el cargo, la nueva administración municipal anunció que desde este 1 de julio se dejará de multar a los vehículos que entren en la zona restringida sin cumplir esos requisitos, lo que supone una derogación de facto de Madrid Central.
Según el Ayuntamiento, esta moratoria durará al menos tres meses, algo que la ONG califica de medida "arbitraria".