Anteriormente, la ONG Amnistía Internacional informó de una matanza ocurrida el 9 de noviembre en la región etíope de Tigray, durante la cual fueron asesinados varios centenares de civiles, pero advirtió que desconocía quién perpetró los crímenes.
"Partiendo de los testimonios recopilados hasta la fecha, según la Comisión, perecieron al menos 600 civiles. El número de muertos podría ser aún mayor, ya que la EHRC informó de personas desaparecidas y cuerpos escondidos en campos fuera de Mai Kadra", afirmó la entidad en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
La Comisión subrayó que se trata de una violación grave de los derechos humanos, que podría equipararse a un crimen de lesa humanidad o un crimen de guerra, y prometió presentar un informe completo de lo ocurrido.
La Comisión visitó Mai Kadra y otras ciudades etíopes para investigar la matanza, que pudo ser perpetrada por un grupo informal de jóvenes Samri, que contaban con el apoyo del Frente Popular de Liberación de Tigray, de representantes de la administración local y de las fuerzas de seguridad.
Los asesinos iban de puerta en puerta, junto con los rebeldes y la policía, apaleando, acuchillando a las víctimas, estrangulándolas con cuerdas, atacándolas a hachazos y a machetazos por su "origen" indebido.
Al mismo tiempo, los sobrevivientes revelaron a los activistas de derechos humanos que algunos habitantes locales trataron de manera humana las víctimas y hasta lograron salvar a muchas personas, a quienes "albergaron en sus hogares, iglesias y campos" y de esa forma los ocultaron de los militantes que querían asesinarlos.
Reunión del Consejo de Seguridad de la ONU
La reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para abordar el conflicto en la región de Tigray en Etiopía, programada para este martes, fue cancelada porque los expertos no pudieron viajar a la región para evaluar la situación, dijo una fuente diplomática a Sputnik.
"Los expertos no pudieron viajar a la región por motivos logísticos y por eso se canceló la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Tigray", dijo la fuente a Sputnik.
El pasado 4 de noviembre las autoridades de Etiopía lanzaron una operación militar en Tigray tras acusar al FLPT, el partido gobernante en la región, de haber atacado dos bases del ejército federal.
Las autoridades centrales decretaron el estado de emergencia en Tigray, por un plazo de seis meses, y establecieron un gobierno interino, con un jefe nombrado desde Adís Abeba.
El nuevo Ejecutivo sustituyó al gobierno regional, salido de las elecciones de septiembre pasado que, según Adís Abeba, fueron ilegítimas porque los comicios en el resto de Etiopía resultaron aplazados debido a la pandemia de coronavirus.
Actualmente, las tropas federales avanzan hacia la capital de Tigray, Mekele, después de haber presentado el 22 de noviembre un ultimátum al FLPT, para que sus fuerzas se rindan dentro del plazo de 72 horas.
El conflicto de Tigray ya provocó la huida de decenas de miles de civiles hacia el vecino Sudán.