"Si bien saludamos la paz, de todos modos estamos profundamente preocupados por las consecuencias a corto y largo plazo de dicho acuerdo que no resuelve la cuestión del estatus definitivo de Nagorno Karabaj", se dice en el mensaje de los congresistas.
Según ellos, la nueva administración deberá cesar la ayuda militar a Azerbaiyán "cuyo monto acumulado en los últimos dos años supera los 100 millones de dólares".
Los legisladores también instaron a que se revise minuciosamente la política de Washington en relación a Ankara, remarcando la "retórica beligerante y las acciones agresivas de Turquía y Azerbaiyán".
El director del Centro de Peritajes Geopolíticos, Valeri Korovin, al comentar el mensaje de los congresistas estadounidenses subraya que es sabido es que los demócratas se caracterizan por azuzar conflictos para desestabilizar la situación en torno a Rusia.
"De ahí que la misión de Biden, en caso de ser nombrado presidente, consistirá en reanudar el conflicto, por ejemplo, incitando a los armenios a vengarse y contribuyendo a preparar la guerra para recuperar las tierras perdidas en Karabaj", comentó.
"Biden también tratara de desarmar la alianza entre Azerbaiyán y Turquía metiendo cuña entre Ankara y Bakú. Todas las formas de influencia con el fin de desestabilizar la situación son propias del estilo de los demócratas", aseguró el especialista.
Los presidentes de Rusia y Azerbaiyán, Vladímir Putin e Ilham Alíev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, firmaron una declaración conjunta sobre el cese total de las acciones militares en Nagorno Karabaj.
Conforme a la declaración, Armenia y Azerbaiyán se detienen en las regiones que ocupan, posteriormente varios distritos pasan bajo control de Bakú. Las partes realizan un canje de prisioneros y a lo largo de la línea de contacto y del corredor de conecta Karabaj con Armenia se apostan las fuerzas de paz rusas.
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