"Dadas las probables acusaciones de mala conducta grave y posiblemente delictiva, es necesario evaluar e investigar las cuestiones planteadas en el sumario y, si son acusaciones fundadas, llevarlas a los tribunales. Para asumir esta función, el Gobierno está estableciendo la Oficina del Investigador Especial", anunció el primer ministro australiano, Scott Morrison, durante una conferencia de prensa.
Asimismo, el Gobierno establecerá aparte un panel independiente, integrado por tres miembros, para supervisar la respuesta del Departamento de Defensa a la investigación.
Australia desplegó unos 1.500 soldados en Afganistán entre 2001 y 2014.
En 2017, la cadena ABC publicó materiales sobre presuntos asesinatos de civiles, entre ellos niños, en Afganistán a manos de militares australianos.
Según el primer ministro Morrison, el documento será publicado la semana próxima.
La ministra de Defensa australiana, Linda Reynolds, declaró ante periodistas que va a ser "un momento muy difícil y angustioso para los afectados por este informe". Cuando le preguntaron si los responsables de abusos serían despojados de sus medallas, reconoció que el comandante de la Fuerza de Defensa "está considerando todas las opciones".