El Aston Martin DB9 es uno de los cupés más icónicos de la era moderna y un hermoso ejemplo de este modelo en su mejor momento. Este coche es querido por muchas personas por su aspecto exterior, motores potentes, así como por ser automóvil elegido por el mismo James Bond.
Al recibir la factura de la reparación por los daños debidos al choque contra la roca, el dueño del Aston Martin DB9 afirmó que la cifra a pagar estaba inflada y decidió demandar al taller. Perdió tiempo y al final la factura fue mayor, ya que el propietario del Aston Martin no ganó su batalla jurídica contra el taller.
Al final el pobre hombre no solo tuvo que pagar los honorarios jurídicos, el costo de almacenamiento y el interés hasta el momento del juicio. La factura inicial fue de aproximadamente 85.000 dólares, pero con los costos legales adicionales ahora deberá desembolsar 328.930,50.