Los especialistas estudiaron 175 trabajos científicos y los resultados de diez tipos de pruebas de anticuerpos diferentes. A la hora de analizar los datos se tomó en consideración la llamada seroreversión, una disminución paulatina del número de anticuerpos, debido a la cual la valoración del número de muertos respecto al número de infectados puede ser superior.
"No tener en cuenta la seroreversión puede sobrestimar la tasa de letalidad en las encuestas serológicas realizadas más tiempo después de la primera ola del brote (como Italia), porque subestimaríamos el número real de personas que han sido infectadas", explican los autores del estudio.
Al mismo tiempo, los científicos destacan que el nivel de letalidad más alto en los países desarrollados está vinculado con el mayor número de personas de la tercera edad. Y es que la tasa de letalidad depende mucho de la edad, siguiendo un patrón específico: el riesgo de muerte se duplica aproximadamente cada ocho años de edad.
Así, el coeficiente de los pacientes menores de 40 años alcanza el 0,1% aproximadamente, y el de las personas de más de 80 años es de 5% y más.