"La confrontación militar entre el Gobierno del país y la oposición terminó", dijo Lavrov pero a la vez destacó "dos focos de tensión" remanentes en Siria.
El primer foco es el territorio de Idlib controlado por Hayat Tahrir al Sham (anteriormente conocido como Frente al Nusra, filial de la organización terrorista Al Qaeda en Siria, los tres prohibidos en Rusia) pero la zona de control de grupos armados "se hace cada vez más pequeña".
"Trajeron a una petrolera estadounidense y empezaron a bombear el crudo para sus propias necesidades sin respetar la soberanía e integridad territorial de Siria", expresó el diplomático.
Damasco ha propuesto varias veces a los kurdos sentarse a la mesa de negociaciones y apoyar la idea de unidad nacional e integridad territorial. Los kurdos, por su parte, se oponen a tal diálogo y cuentan con el apoyo de Washington.
Las tropas estadounidenses, junto con las Fuerzas Democráticas Sirias árabe-kurdas, mantienen el control sobre una parte del noreste de Siria, concentrándose alrededor de los pozos de petróleo y gas en las provincias de Al Hasaka y Deir Ezzor.
En agosto, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo al Comité de Relaciones Exteriores del Senado que una empresa petrolera estadounidense había conseguido un acuerdo para modernizar los campos petroleros en Siria.
El 18 de septiembre el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró que Washington podría llegar a un acuerdo con los kurdos sobre el petróleo sirio y retirar sus tropas que custodian las reservas.