"Se ha presentado un brote inusualmente alto en Corinto, la estrategia de contención que nos ha encomendado el presidente Nayib Bukele es para prevenir un posible rebrote del COVID-19", declaró el ministro de Salud, Francisco Alabi, desde la localidad cercada en el departamento Morazán.
Alabi definió la medida como una estrategia integral que incluye la realización de 1.000 pruebas para detectar la enfermedad, la entrega de 20.000 mascarillas, paquetes alimentarios y kits de medicamentos, con el respaldo logístico de la Fuerza Armada.
"La Fuerza Armada queda a disposición de todos los habitantes de Corinto, vamos a resguardar que se cumpla el cerco sanitario para proteger la vida y salud de los habitantes de Corinto", agregó Merino en declaraciones divulgadas por la Presidencia en sus redes sociales.
Bukele anunció el 17 de septiembre la detección de 47 positivos entre 300 personas analizadas en Corinto, lo cual indicaría que más del 15% de la población podría estar infectada, y propiciaría un rebrote de la enfermedad en esta nación centroamericana.
"Nadie podrá salir o entrar al municipio. Ni de las casas, a menos que sea para realizarse la prueba o por una necesidad médica. Además, ya está listo el Hospital Nacional de San Francisco Gotera, para atender cualquier emergencia médica, que pueda tener algún contagiado en la zona", ordenó el jefe de Estado.
El Salvador superó ya los 27.000 casos confirmados de COVID-19, 804 de los cuales murieron, y el país inició el pasado 24 de agosto una reapertura económica que incluye la reanudación el 19 de septiembre de las operaciones en el aeropuerto internacional.