El tesoro fue descubierto el 18 de agosto por unos adolescentes que se ofrecieron como voluntarios en una excavación en el centro de Israel, afirman desde la Autoridad de Antigüedades. En la zona se planea construir un nuevo vecindario. Se cree que el tesoro fue escondido, y la identidad del propietario sigue siendo un misterio.
"La persona que enterró este tesoro hace 1.100 años debió esperar recuperarlo e incluso lo aseguró con un clavo para que no pudiera moverse. Solo podemos conjeturar sobre qué le impidió regresar para recoger este tesoro", compartió el director de la excavación, Liat Nadav-Ziv.
"Con esa suma, una persona podía comprar una casa lujosa en uno de los mejores vecindarios de Fustat, la enorme y rica capital de Egipto en la época", explica Robert Kook, un experto en monedas de la Autoridad de Antigüedades.
En la época, la zona del Levante era un importante cruce de intercambio económico entre Oriente Próximo, África y Oriente Medio. La mayoría de las monedas data de ese siglo, cuando el Califato Abasí se extendía desde Persia hasta el norte de África al oeste y su centro de Gobierno estaba en Bagdad.