La visita está enmarcada en el comercio bilateral, tras la entrada en vigor hace una semana del nuevo Tratado México, EEUU, Canadá (T-MEC), que reemplazó el tratado de Libre Comercio que estuvo vigente desde enero de 1994 en América del Norte, aunque el Gobierno canadiense no participa de esta cita.
Criticado en su país por negarse a utilizar en público el cubrebocas para evitar el contagio por COVID-19, el jefe de Estado mexicano utilizó la mascarilla según imágenes distribuidas a la prensa la Presidencia.
La visita comenzó este 8 de julio en Washington colocando sendas ofrendas florales en los monumentos de Abraham Lincoln y Benito Juárez, que ocuparon las presidencias de sus países a mediados del siglo XIX y fueron blanco de una feroz oposición interna.
En el monumento al primer presidente indígena que tuvo un país latinoamericano, el líder mexicano recibió apoyos de un pequeño grupo de simpatizantes que le gritaba "¡No estás sólo!".
Pero otro grupo colocó letreros en los que preguntaba "¿Será México la próxima Cuba?".
La primera cita con Trump
En la tarde del 8 de julio López Obrador llegó a la Casa Blanca para sostener con Trump una reunión privada y una más con sus comitivas en la Casa Blanca.
Este país comercia con su vecino del norte casi 510 millones de dólares al año, de los cuales unos 344 millones corresponden a exportaciones de México.
Pero el intercambio comercial bilateral sufrió una caída del 53% en mayo por la actual pandemia, cuando apenas llegaron a los 14.927 millones de dólares, su peor desempeño en tres décadas.
El líder de la izquierda nacionalista mexicana subraya que el nuevo pacto renegociado por iniciativa de Trump, entre amenazas proteccionistas ayudará a consolidar el desempeño exportador de miles de empresas mexicanas, especialmente automotrices y ensambladoras.
El nuevo T-MEC contempla un alza paulatina de los bajos salarios que se pagan en la segunda economía latinoamericana.
El salario mínimo mexicano mensual apenas llega a los 250 dólares, mientras que en los estados fronterizos estadounidenses esa cifra se multiplica por cinco o seis veces.
Impulso electoral
Hasta ahora el canciller Ebrard era la pieza clave de la representación internacional de su país, incluyendo foros reservados a la participación de jefes de Estado.
Incluso la cadena Fox News, la favorita de Trump, recibió reproches del magnate republicano por publicar una encuesta desfavorable para él.
Trump ha hecho de la estrategia contra los migrantes una bandera de su campaña electoral y de su gobierno, con propuestas histriónicas como la de levantar un muro en la frontera común de 3.200 km para detener el flujo de "criminales y violadores" mexicanos, según sus palabras.
Esas referencias han sido calificadas de humillantes por líderes de la comunidad de origen latinoamericano y particularmente de cerca de 12 millones de mexicanos que viven en EEUU.
López Obrador evitó comentar la publicación de Trump y a una pregunta de una periodista sobre el tema señaló: "También soy dueño de mi silencio".
La jornada cerrará con una cena de trabajo en la Casa Blanca, a la que fueron invitados once empresarios mexicanos encabezados por el hombre más rico del país, Carlos Slim, dueño de la firma telefónica América Móvil, con una fortuna que supera los 52.000 millones de dólares.