"Es encomiable el llamamiento a una cesación del fuego mundial e inmediata, que permitiría la paz y la seguridad indispensables para prestar la asistencia humanitaria que se necesita con tanta urgencia", manifestó Francisco tras rezar el Ángelus.
El sumo pontífice expresó la esperanza de "que esta decisión se aplique con eficacia y prontitud por el bien de las muchas personas que están sufriendo". "Que esta resolución del Consejo de Seguridad pueda convertirse en un valiente primer paso para el futuro de paz", agregó.
El 1 de julio, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución que exige "un cese general e inmediato de las hostilidades en todas las situaciones" y expresa el apoyo a los esfuerzos del secretario general, António Guterres, quien solicitó por primera vez ese alto el fuego el 23 de marzo pasado.
El documento insta a todas las partes de los conflictos armados en curso a participar de inmediato en una pausa humanitaria de al menos 90 días para permitir la entrega segura, continua y sin obstáculos de ayuda vital. El armisticio no se aplicaría a las operaciones militares en curso contra los grupos como ISIL, Al Qaeda, Frente al Nusra y otros, designados como terroristas por el Consejo de Seguridad y proscritos en numerosos países, entre ellos Rusia.