Uzbekistán ha comenzado a levantar las restricciones y reabrir las fronteras para los turistas extranjeros, por lo que el Gobierno ha anunciado que compensará con 3.000 dólares a todos aquellos que contraigan COVID-19 al interior del país.
Este país de Asia Central fue uno de los primeros en poner restricciones ante la pandemia de COVID-19, lo que le permitió tener más control en la propagación del virus. Actualmente solo tiene 8.904 casos confirmados y una de las tasas de letalidad más bajas del mundo con solo 26 fallecidos.
Con la ayuda de 3.000 dólares, el Gobierno uzbeko prevé que los turistas extranjeros que lleguen a contagiarse cubran los gastos médicos. Este dinero lo podrán invertir en la prueba de detección de COVID-19, medicamentos y hospitalización —en caso de requerirse—.
Por el contrario, Camboya exigirá a los turistas extranjeros la cantidad de 3.000 dólares para cubrir gastos asociados a la enfermedad de COVID-19 en caso de que lleguen a presentar síntomas en su paso por el país.
Sin embargo, para viajar por Uzbekistán los visitantes tendrán que cumplir ciertas reglas que las autoridades han dispuesto para transitar por el país y, por supuesto, para ser acreedores a la ayuda.
Para los turistas procedentes de China, Japón, Corea del Sur e Israel no habrá ningún tipo de restricción dado que se considera que sus Gobiernos han logrado controlar el nivel de contagios.
Ciudadanos de países con una concentración mayor de contagios, considerados de 'riesgo medio', deberán guardar un período de austoaislamiento de 14 días en cuanto pisen territorio uzbeko.
En tanto que, los ciudadanos que vengan de naciones que estén en los primeros lugares de la lista de contagios por COVID-19 serán puestos en cuarentena por las autoridades para evitar la propagación del virus.