"La OMS sigue registrando un aumento de los indicadores de la infección por el coronavirus de nuevo tipo en varios países europeos. El mes pasado su número aumentó de 6 a 21, la epidemia del COVID-19 sigue en fase activa en muchos Estados", constató durante una sesión informativa para los medios de lengua rusa.
También comunicó que los casos del COVID-19 aumentan en los países como Macedonia del Norte, Armenia, Azerbaiyán, Uzbekistán e Israel.
Además, Hans Kluge comunicó que la pandemia obligó al 68% de los países europeos a suspender la prestación de servicios de tratamiento de otras enfermedades.
"En la región europea, el 68% de los países informaron haber suspendido la prestación de servicios de tratamiento de las enfermedades no infecciosas debido a la pandemia," dijo.
Kluge indicó que la prestación de los servicios de tratamiento de las afecciones arteriales en Europa disminuyó un 66%, y mientras que los servicios para los pacientes diagnosticados con diabetes se redujeron un 58%.
El funcionario de la OMS agregó que en Europa se redujeron un 60% los índices de detección de tuberculosis, "lo que desemboca en tratamiento tardío y un incremento de la tasa de letalidad de esta enfermedad".
En algunos países, constató, se suspendieron los programas de inmunización general. Así, hacia mediados de abril en el Reino Unido disminuyó un 20% el alcance de la vacunación infantil contra el sarampión, la hepatitis y la rubéola.
"Debemos restablecer de inmediato la prestación de esos y otros servicios vitales, creando condiciones seguras para ello", subrayó.
En el Reino Unido, los países de la UE y el espacio Schengen se registraron hasta la fecha 1,49 millones de casos de contagio por el coronavirus, incluidas más de 172.600 defunciones.
Vacunación contra la gripe
Además, Kluge declaró que la vacunación contra la gripe reducirá la presión sobre el sistema de salud en el contexto de la lucha contra la pandemia de coronavirus.
"La vacunación de personas con un alto riesgo de tener complicaciones por la gripe, así como de los profesionales médicos, reducirá en cierta medida la carga sobre el sistema de salud, que también debe ayudar a los pacientes con COVID-19", dijo Kluge.