En un comunicado, la alcaldía recordó que desde este 10 de junio podía reabrir "el comercio de calle y el sector inmobiliario", pero con un horario limitado: de 11 a 15 horas las tiendas y durante cuatro horas las inmobiliarias, siempre que la apertura y el cierre no coincida con la hora pico.
Con esta medida, muchas calles de la ciudad, sobre todo en el centro, volvieron a llenarse de trabajadores y compradores, como recogen diversos medios locales.
En este último barrio, en la avenida Rangel Pestana, el número de transeúntes era tan alto que en algunos momentos incluso paraba por la enorme cantidad de personas.
Los datos oficiales muestran que el impacto de la pandemia está disminuyendo en la capital del estado de Sao Paulo (el más afectado de Brasil) y se está desplazando a municipios del interior.
En Sao Paulo capital el pico máximo de muertes se produjo el 8 de mayo, cuando se registraron 114 fallecimientos; desde entonces la cifra diaria ha ido bajando, y entre los días 2 y 8 de junio hubo 177 muertos.
El estado de Sao Paulo en general, en cambio, no apunta esa misma tendencia: este 10 de junio registró 340 muertes (el máximo desde el inicio de la pandemia) y en total ya son 9.862 fallecidos y 156.316 casos confirmados, según la secretaría de salud regional.
A pesar de esa tendencia, el Gobierno del estado de Sao Paulo lanzó hace días un plan de desescalada que contempla la reapertura gradual de la economía por fases, en función de la situación de cada región del estado.