La capital rusa retorna de manera paulatina a la normalidad por primera vez desde finales de marzo cuando habían entrado una serie de restricciones de circulación y aglomeración de multitudes para evitar la propagación del coronavirus.
Todos los ciudadanos, incluyendo las personas mayores de 65 años y aquellos que sufren de enfermedades crónicas, podrán salir de sus casas libremente y asistir a lugares públicos siempre y cuando guarden la distancia social y mantengan las medidas de bioseguridad como el uso de guantes y mascarillas protectoras.
Desde el 16 de junio se autorizará la reapertura de bibliotecas, agencias inmobiliarias, servicios de alquiler, consultorías y otros servicios para ciudadanos y empresas, también podrán abrir al público los museos, exposiciones y zoológicos. Además, se autorizarán las visitas a eventos deportivos a condición de que la ocupación de los estadios no supere el 10% de su capacidad.
Se prevé que el 23 de junio reanuden sus actividades los gimnasios, piscinas y centros deportivos, así como las guarderías y las instituciones de protección social. En la misma fecha también se reanudará la navegación por el río Moscova y se podrán utilizar las infraestructuras públicas como bancos y áreas de juego infantil, entre otras.