"Eso puede ser muy largo (…), no estoy diciendo que esto va a resolver el problema, pero es que es una pequeña rendija por la cual se podría empezar a pasar cierto nivel de conexión entre las partes", dijo León a Sputnik.
A través de ese acuerdo se logró que el 4 de junio el Gobierno de España transfiriera a la OPS los fondos que tenía congelados a Venezuela, para la compra de insumos necesarios para la atención de la pandemia por COVID-19.
En el documento firmado se acordaron siete líneas de acción contra la pandemia entre ellas:
- la compra de equipos de protección para el personal de salud
- mejoras a la capacidad de diagnóstico
- y tratamiento clínico para los casos confirmados.
Radicalismos a un lado
León destacó que aunque es una buena noticia, el acuerdo no implica una reunión entre Maduro y Guaidó para firmar un pacto.
"Simplemente es una posición de la oposición frente a la OPS para buscar la entrada de ayuda humanitaria y una aceptación del Gobierno con la OPS para permitir que eso entre y pueda llegar a algunos lugares", sostuvo.
Solo por la pandemia la oposición y el Gobierno, consideró León, dejaron a un lado sus radicalismos, y no porque quieran sino porque la población lo exige.
"No es una tregua, no lo veo como una tregua, sino como la apertura a la racionalidad, que es en el medio de una pandemia, se tiene que poner primero a la gente que a la lucha política y nadie está abandonando la lucha", dijo.
El momento político y social que atraviesa Venezuela significa un riesgo para el Gobierno y la oposición, y es precisamente allí donde está la posibilidad de que se abra el paso a una negociación, explica.
"Si una parte estuviera completamente confortable y la otra no, es muy poco probable que tengas una opción de negociación, porque el confortable no va a negociar nada", apuntó.
Pero en este momento, añadió León, Venezuela está en crisis, porque aunque la curva de contagios por COVID-19 se ha mantenido aplanada es posible que los casos aumenten como ha pasado en el resto de mundo y estar sin gasolina, recursos y en contracción económica se puede convertir en una bomba de tiempo.
En este momento, indicó el analista, a la población lo que más le importa es sobrevivir a la pandemia por COVID-19, estar a salvo, tener cómo atenderse si se contagia, o poder llenar su tanque de gasolina y es precisamente eso lo que está obligando al Gobierno y a la oposición replantearse.