Se ha dispuesto "aislamiento inmediato de todas las personas que hubieran tenido contacto [con los fallecidos] y desinfección y fumigación de las instalaciones del centro de rehabilitación de Palmasola", dijo en un comunicado la Dirección de Régimen Interior.
El viceministro de Régimen Interior, Javier Issa, dijo a reporteros que se había confirmado que el primer deceso fue a causa de COVID-19 y que se esperaban los resultados de análisis sobre los otros dos fallecimientos.
El funcionario aseguró que luego del aislamiento de una decena de presos que habían tenido contacto cercano con los fallecidos y de la puesta en marcha de un plan de vigilancia sanitaria, la calma había sido restablecida en ese penal, el más grande del país.
El Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz alertó sobre el riesgo de contagios masivos en ese penal, cuya capacidad es de 1.700 plazas.
En Bolivia hay actualmente unos 19.000 presos, más del doble de la capacidad total del sistema penitenciario, según informes oficiales.