"Pienso que hay muchos sucesos simbólicos hoy día que nos obligan a reconocer el significado de este aniversario", afirmó el director académico del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias de Rusia.
"Hoy tenemos que incluir las amenazas de pandemias en el condicionamiento del desarrollo sostenible. No es menor la amenaza de factores de exterminio biológico que los factores de carácter de calentamiento global", consideró el entrevistado.
Para el experto, basándose en esa experiencia de la Segunda Guerra Mundial, "tenemos que enriquecer nuestra percepción de la amenazas existenciales y cómo protegerse de todo eso. Comienza la hora de repensar muchos procesos globales, amenazas globales y posibilidad de esperanza globales".
Otro tiempo, ¿mismo contexto?
Para el académico ruso, si bien en 75 años han pasado muchas cosas y no es comparable el desarrollo de entonces con el de hoy, sí existen puntos de contacto entre la actualidad y el contexto que dio paso a aquel gran conflicto militar.
"Para mí es algo especial porque tengo casi la misma edad, soy un poco mas viejo que este aniversario. Soy hijo de aquella Segunda Guerra Mundial, nacido en 1943. Teniendo muchos de mi familia que participaron de la guerra, no es algo ajeno, es común para nuestro pueblo y los pueblos de la ex-URSS", relató.
Al respecto, señaló que "todavía no sabemos todas las pérdidas humanas y materiales de esa guerra, aún hay muchos deberes y obligaciones de nuestra generación y de nuestros hijos para conocer a fondo el significado de la SGM".
Propaganda versus realidad
"Tenemos que cuidar mucho y pensar mucho más que antes en la memoria histórica", planteó el entrevistado al referirse a la interpretación de los hechos, proceso que en muchas ocasiones vacía de contenido y de realidad a lo sucedido. En este sentido, es necesario "recomponer nuestros sistema de valores porque la memoria histórica está en el centro de nuestro sistema de valores" y su destrucción es muy dañina.
El entrevistado aludía a la defensa de Rusia de su participación en la SGM como heredera política de la antigua URSS frente a las interpretaciones occidentales que subestiman su participación.
Por ejemplo la batalla de Stalingrado que cambió el curso del conflicto, y no el desembarco de los aliados en Normandía en junio de 1944, como impuso la narrativa dominante en Occidente. A partir de aquella derrota, las fuerzas del Tercer Reich comenzaron una retirada paulatina ante el avance del Ejército Rojo.
"Se nota un intento de apropiarse de una mayor porción de gloria en esa victoria de hace 75 años. Pienso que es una conducta de mala educación, debe ser basada no en los intereses políticos sino en los conocimiento científicos, históricos de los hechos", enfatizó Davydov.
Finalmente, Davydov reflexionó que "otra cosa muy fácil de conocer es quién retomó Berlín como capital de Alemania, Viena como capital de Austria y quien conquistó la victoria en la toma de Budapest en Hungría, una de las claves del campo hitleriano. Fue la URSS y no EEUU. Los centros más importantes del Estado nazi-fascista y sus aliados fueron conquistados por el Ejército Sovietico".