Hace unos 15 millones de años, un pedazo de roca antigua despegó de la superficie marciana y logró aterrizar en la Antártida, donde los exploradores la encontraron en 1984. Después de décadas de estudios, los compuestos orgánicos encontrados en ese meteorito han sido objeto de controversia al generar más preguntas que respuestas.
Los resultados del estudio publicado en la revista Nature communications sugieren que los compuestos orgánicos provienen de Marte y también demuestran que el meteorito, conocido como Allan Hills 84001, contiene materiales como nitrógeno, haciendo suponer a los investigadores que si la vida existiera en Marte habría tenido acceso a las mismas formas de nitrógeno de las que depende la vida terrestre.
Según los investigadores, estos hallazgos como los minerales de carbonato por lo general precipitan del agua subterránea, esto describiría a un planeta Rojo que era húmedo, rico en materia orgánica y además habitable para la vida.