En las imágenes virales, tomadas por un buzo, se puede apreciar cómo el peculiar pez se esconde en un arrecife de coral.
Este habitante del océano se alimenta de otros peces y utiliza su primera espina dorsal como una especie de caña de pescar para capturar a las presas. El depredador marino también es capaz de cambiar de color para adaptarse al nuevo entorno —aunque este proceso puede tardar varios días o hasta semanas— y hacerse pasar por piedras o esponjas marinas.