"Es posible que el año escolar concluya en casa, no creo que sea de gran aprendizaje para los niños, pero esto es una situación generalizada y optar entre ver clases o la vida, no creo que sea tema de debate en este momento, porque lo importante es preservar la vida de nuestros niños y sus familiares", dijo a Sputnik Pedro Mena, quien trabaja en el Colegio La Salle desde hace 10 años.
Hasta el momento, se registran 165 contagios en 22 días de cuarentena nacional, entre los cuales hay siete decesos.
El Gobierno destacó que la curva de contagios se mantuvo aplanada con relación a otros países, incluyendo sus vecinos de frontera, como lo son Colombia y Brasil, por el acatamiento de la cuarentena, y que cualquier paso en falso podría desatar la peor fase de la pandemia.
Entre el 9 de marzo y el 3 de abril, relataron maestros a esta agencia, los colegios optaron por enviar actividades vía mail o whatsapp, mientras, otros se adaptaron a las actividades que transmite el ministerio de Educación a través del canal de televisión por señal abierta Tves.
A su juicio, la pandemia de COVID-19 es una oportunidad para que los niños aprendan temas de salud, desarrollen actividades diferentes.
La docente María Jaquelin Bastidas Urbina, quien trabaja en el Complejo Educativo Andrés Bello (CEAB) desde hace ocho años, consideró que el estudio desde casa “será un desastre”, pues a su juicio los padres no están vinculados con las materias o con sus hijos como estudiantes.
Urbina resaltó que los estudiantes venezolanos ya vieron su educación afectada por diversos motivos durante largos períodos.
“Yo en lo personal lo considero un total desastre, para mi es una pérdida de tiempo, si el año pasado con los apagones, las medidas no lograron grandes resultados, este año creo que es peor, son demasiados factores y yo no le veo nada positivo a esto”, afirmó.
Por otra parte, dijo que hay numerosos casos de niños que no reciben la debida atención de sus padres en situaciones ordinarias y consideró que estando en casa, estos no lograrán alcanzar los objetivos e incluso podrían estarse enfrentando a situaciones complejas.
“Es cierto, hay padres y representantes que no tienen teléfonos inteligentes donde se le puedan enviar la información vía WhatsApp, pero cuando las docentes me notifican que tienen alguna persona en esa condición, buscamos otras alternativas, pero nunca abandonamos al niño”, acotó.
Estar tantos días en casa, también puso a prueba el ingenio de muchos padres, quienes confiesan que aunque ansiaban disponer de horas para compartirlos con sus hijos, les resulta difícil encontrar actividades para pasar la cuarentena.
“Yo he sacado todos los juegos que tengo en casa, he comprado colores, hemos pintado, visto películas, hemos intentado casi todo, pero a veces me dice ‘estoy aburrido, ¿cuándo voy a volver al cole?’, es complicado, pero es una pandemia y tenemos que cuidarnos, yo prefiero que no vaya al colegio hasta que sea seguro”, agregó Damián Rivas, padre de dos niños.
Para Raquel Rodríguez, las horas para compartir con su hijo están limitadas, porque debe cumplir con teletrabajo, y asegura que su empleo demanda cada vez más tiempo.
Acabar el año escolar en clases, no es solo una idea que surgió en Venezuela, sino en la mayoría de los países afectados por esta enfermedad que se vieron obligados a suspender las actividades escolares para evitar la propagación del COVID-19.
En Venezuela, el Gobierno realiza una encuesta a su población a través de un sistema de consultas denominado Patria, y en base a ello, se tomará una decisión sobre cómo se llevarán a cabo las actividades en los meses venideros.
Estas medidas se tomaron ante la rápida propagación del virus SARS-Cov-2 que desata una neumonía e incluso llevó a la muerte a 72.614 personas.
Los niños están entre el sector menos vulnerable a la enfermedad de COVID-19, muchos incluso son asintomáticos y eso los convierte en grandes propagadores del virus.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se registraron 1.279.722 contagios y en vista de que muchos pacientes presentan severas complicaciones respiratorias, los sistemas sanitarios de países como España, Itala, Irán y Estados Unidos, se han visto colapsados.