El año nuevo trajo varias sorpresas desagradables a los exportadores de gas de EEUU. En primer lugar, el invierno anormalmente cálido afectó a la demanda en Europa. El año pasado, Bruselas se preparaba para una posible interrupción del tránsito de gas ruso a través de Ucrania y almacenaba combustible para sobrevivir a un invierno frío que nunca llegó. Por lo tanto, las instalaciones europeas de almacenamiento de gas están llenas de combustible y la Unión Europea simplemente no necesita el GNL norteamericano.
Además, tras el lanzamiento del gasoducto Fuerza de Siberia, el gas estadounidense perdió su competitividad en los precios en el mercado chino. Pekín compra materias primas de EEUU solo por razones políticas, afirma Alexandr Lesnij en su artículo para la versión rusa de Sputnik, al agregar que el país asiático se toma su tiempo, usando la epidemia como una razón para retrasar las importaciones.
Acuerdo verde, una amenaza a largo plazo a los suministros de GNL
La UE anunció la revisión de las reglas de la industria del gas en la Conferencia Europea del Gas que tuvo lugar a finales de enero en Viena. Las medidas incluyen dos estrategias. La primera es el abandono de los contratos de suministro de gas a largo plazo.
Mientras tanto, la mayoría de los contratos estadounidenses es a largo plazo. En 2019, EEUU cerró cinco acuerdos para suministrar 22,3 millones de toneladas de GNL durante 15 o 20 años.
Otra novedad que planea implicar la UE es la prueba de la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono de todos los proveedores de gas al mercado europeo. Se espera un estudio minucioso "a lo largo de la cadena de suministro, incluyendo las fugas de metano y la quema en los países de extracción".
A menudo, los productores no disponen de la infraestructura y las instalaciones necesarias para extraer, almacenar y transportar el gas asociado.
Las autoridades estadounidenses hacen la vista gorda ante esta situación, imponiendo multas simbólicas. Sin embargo, Europa está mucho más decidida.
"Tenemos que tener más éxito", afirmó Klaus-Dieter Borhardt, al añadir que según sus datos, la producción de GNL en Australia y EEUU tiene el doble de intensidad de emisiones de CO2 que el gas suministrado a Europa a través de tuberías de Noruega y Rusia.
Gasmargedón en EEUU
Los analistas del BofA advierten que debido a todos estos factores, las exportaciones pueden llegar a ser simplemente no rentables para los productores de gas estadounidenses. En este caso, los precios tendrían que bajar lo suficiente como para desplazar la generación de energía barata a base de carbón en el Medio Oeste de EEUU, indicaron.
"El cálido clima invernal trajo un 'gasmargedón'", aseveró el analista Clifton White.
"Los precios del gas natural de EEUU podrían tener que bajar lo suficiente para estimular la demanda de gas natural del sector energético del Medio Oeste para equilibrar todo el mercado mundial del gas", señaló.
El resultado será el "armagedón del gas", una bancarrota masiva de compañías de gas, así como de sus accionistas y acreedores, alerta BofA.