Según el boletín, hay "45 muertes confirmadas, 18 desaparecidos y 12 heridos", además de 12.560 personas evacuadas de forma preventiva y otras 2.557 que perdieron sus casas.
Además, 121 ciudades ya decretaron el estado de emergencia, lo que permitirá que el Gobierno de Minas Gerais tome acciones más rápidas para auxiliar a la población y reparar los daños provocados por la lluvia.
En el vecino estado de Espíritu Santo (también al sureste de Brasil) las lluvias dejaron nueve muertos, 18 ciudades están en estado de alerta y hay 8.914 personas fuera de sus casas.
El ministro de Desarrollo Regional de Brasil, Gustavo Canuto, explicó que el Gobierno central pondrá a disposición de los municipios afectados en los dos estados 90 millones de reales (21,3 millones de dólares) en ayudas, aunque la cifra podría aumentar si fuese necesario.
Antes se informó que la mayoría de los decesos —ocho— se registraron en la capital del estado, Belo Horizonte.
El balance de los fallecimientos comprende el periodo entre el 24 y el 26 de enero.
Según el servicio meteorológico brasileño, el pasado día 24 en Belo Horizonte se registraron 171,8 milímetros de precipitaciones, un récord de 110 años.