"Este vacío institucional es una oportunidad histórica para que los actores se reúnan e inicien las reformas que conduzcan a la transformación de este Estado depredador en un Estado de servicio, que ponga fin a esta crisis permanente que pone en peligro el futuro del país", publicó el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Ce vide institutionnel est une occasion historique pour les acteurs de se mettre ensemble en vue d’engager les reformes qui doivent aboutir à la transformation de cet Etat prédateur en un Etat serviteur qui mettra un terme à cette crise permanente qui hypothèque l’avenir du pays.
— Président Jovenel Moïse (@moisejovenel) January 13, 2020
Haití es sacudida desde febrero de 2019 por violentas protestas antigubernamentales que reclaman la renuncia de Moïse, quien ahora se aferra al cargo sin una contraparte en un Parlamento que no renovó la Cámara de Diputados ni el Senado.
Las elecciones parlamentarias han sido aplazadas una y otra vez en los últimos meses, lo cual aprovechó Moïse para declarar el fin del mandato legislativo y anunciar la construcción de 10 centros educativos con los fondos destinados al salario de los 119 diputados y de 19 senadores.
Haití está sin primer ministro desde julio pasado, cuando renunció Jean Michel Lapin, quien fracasó en el intento de formar un gobierno tras su nombramiento en marzo pasado, en sustitución de Jean-Henri Céant.
El 7 de febrero, al cumplirse 33 años del derrocamiento del dictador Jean Claude Duvalier (1971-1986), miles de haitianos salieron a las calles para exigir la dimisión de Moïse, pese a las medidas económicas anunciadas por el Ejecutivo para reducir el gasto estatal y el déficit presupuestario.
La situación económica de Haití empeoró en los últimos meses por la depreciación de la moneda, el gourde, en el país más pobre de América Latina.