"Se establece un cargo entre 1.500 y 5.000 balboas (o la misma cifra en dólares) según las dimensiones del buque, aplicable al peaje si éste transita, pero no será reembolsable si el buque no transita", adelantó en rueda de prensa el administrador de la vía transoceánica, Ricaurte Vásquez.
La nueva regulación incluye un pago fijo de 10 mil dólares para los buques mayores de 125 pies de eslora (38,1 metros de largo), y otro gravamen que dependerá de la disponibilidad del recurso al momento del tránsito.
El funcionario explicó que las medidas fueron adoptadas a raíz de la disminución del nivel del agua en el lago Gatún, principal fuente para el consumo humano y del Canal, debido a cambios en los patrones de lluvias.
El recargo busca garantizar la disponibilidad del recurso hídrico y la confiabilidad del servicio a los clientes, mientras se implementa una solución a largo plazo a la crisis del agua en el istmo, donde las precipitaciones disminuyeron 20% en promedio, llevando a que en 2019 se registrara la quinta peor marca de los últimos 70 años.
"Desde septiembre hicimos públicos los trabajos relacionados con asegurar nuevas fuentes de agua fuera de la actual cuenca, y otras tecnologías que no dependen de los embalses existentes y de esta manera asegurar confiabilidad de la ruta por Panamá", informó Vásquez.
A su vez, el Canal reducirá de 32 a 27 las reservas diarias para el cruce durante la temporada seca, para optimizar el uso del recurso hídrico, aunque dará capacidades adicionales en la medida de lo posible y por orden de llegada.
Esta medida se suma a otras implementadas por el Canal para ahorrar agua, como la suspensión desde octubre de 2018 de la generación de energía en la hidroeléctrica de Gatún, así como la eliminación de la asistencia hidráulica en determinadas esclusas.