Según la información preliminar, es una aeronave perteneciente a la empresa fabricante del nuevo modelo, la planta aeronática Gagarin con sede en Komsomolsk del Amur.
El Su-57, conocido también como T-50 PAK FA, cayó a unos 120 kilómetros del aeródromo de Dziomgui.
El piloto logró eyectarse y fue recogido por un helicóptero Mi-8.
"Estaban realizando un ensayo de motor. El piloto se eyectó y fue trasladado a la planta en un helicóptero", dijo un portavoz del Gobierno regional.
"El sistema de eyección funcionó según el reglamento, el piloto se lanzó y está a salvo. Se está estableciendo una comisión que investigará el accidente. No ha habido víctimas ni destrucciones en la superficie", confirmó un portavoz de la empresa.
Por su parte, un representante de los cuerpos de seguridad locales afirmó que "las hipótesis preliminares tras el accidente del T-50 en la región de Jabárovsk son un fallo técnico y un error humano".
Los equipos técnicos, añadió, están buscando las cajas negras de la aeronave.
El avión está destinado a destruir objetivos aéreos, terrestres y navales y es capaz de superar los sistemas de defensa antiaérea existentes y en desarrollo.
El año pasado, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, reveló que dos cazas Su-57 se habían sometido a pruebas en Siria.
En el diseño de la nave, que combina las funciones de aviones de caza y de ataque, se utilizan la tecnología furtiva (stealth) y materiales compuestos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el Su-57 como" el mejor del mundo por sus características tácticas y técnicas, así como sus armas".