"No vamos a cancelar nada", respondió a la pregunta de periodistas si Rusia puede dar el primer paso y levantar las contramedidas impuestas a la UE.
Apuntó que en las condiciones de sanciones también "se puede vivir y prosperar".
"Por supuesto, ahora las relaciones bilaterales con ciertos países de la Unión Europea son más importantes que las relaciones con la UE en general", subrayó.
Medvédev echó la culpa a Bruselas por haber "estropeado" las relaciones con Rusia.
"Queremos unas relaciones normales con la Unión Europea, pero hasta que la UE quiera recuperarlas, nosotros no vamos a hacer nada", reiteró.
El jefe del Gobierno ruso admitió la posibilidad de que un avance en la solución de la situación en Ucrania pueda mejorar las relaciones ruso-europeas.
"Debemos hacerlo todo para que nuestras relaciones se desarrollen con éxito", insistió.
Indicó que el intercambio comercial entre los dos países creció en 2018 casi el 20% en términos anuales y ascendió a 15.000 millones de dólares, pero esta cifra sigue estando muy lejos del nivel de 2008, cuando fue de 22.500 millones de dólares.
"Es el nivel que podemos alcanzar si nos esforzamos", subrayó Medvédev.
A su vez, Antti Rinne aseguró que el mercado de Rusia es importante para muchas empresas de Finlandia.
Agregó que durante las negociaciones con Medvédev se examinaron las posibilidades de fortalecer la cooperación empresarial entre Finlandia y Rusia.
Ese mismo año, Estados Unidos, la UE y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
Moscú, que respondió a las sanciones con un embargo alimentario, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania.