"Queremos evitar tragedias y que la combinación de alcohol con posibles desmanes generen alteraciones en la ciudad; queremos controlar y garantizar la seguridad de los ciudadanos", dijo el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, al anunciar la medida en una rueda de prensa transmitida por redes sociales.
Al comienzo de la tarde del 22 de noviembre se presentan enfrentamientos entre civiles y agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía en vías del sur de la ciudad, lo que ha generado afectaciones para los usuarios del sistema de transporte masivo Transmilenio.
El alcalde aseguró que tales intereses "quisieran volver a Colombia una Venezuela".
Al respecto, sugirió a los ciudadanos que "no se dejen utilizar políticamente en estos días".
Según el alcalde, los daños causados por actos vandálicos en el marco de la marcha en Bogotá, que congregó a unas 30.000 personas, rondan los 20.000 millones de pesos (unos 5,9 millones de dólares), aunque la cifra puede aumentar debido a que aún se evalúan las afectaciones.
Peñalosa precisó que en los actos vandálicos registrados durante el final de la tarde del 21 de noviembre y parte de la noche en Bogotá resultaron dañadas 68 estaciones de Transmilenio y 20 autobuses de ese sistema, así como 82 buses más del distrito.
Por su parte, la Secretaría de Salud de Bogotá informó que 100 personas resultaron heridas, de ellas 74 policías y 26 civiles.
El paro nacional hizo parte de una serie de protestas que se realizan para reclamar por propuestas gubernamentales como la de reducir el salario mínimo para jóvenes trabajadores, modificar el sistema de pensiones y por los asesinatos de líderes sociales, entre otros.
El Gobierno aseguró que no tiene intenciones de reducir el salario ni modificar el sistema de pensiones.