"En cuanto a los pronósticos para el desarrollo económico-comercial entre Rusia y Bolivia, yo diría que según toda nuestra experiencia, ningún cambio de Gobierno influye de una forma muy considerable en las relaciones entre los empresarios", dijo.
Mashkova señaló que "normalmente lo empresarial va aparte de lo político, eso ya nosotros lo hemos visto en muchas ocasiones y para diferentes países".
"Creo yo que las relaciones entre los empresarios de Rusia y Bolivia van a desarrollarse de la misma forma, aunque, por supuesto, ahora para los próximos dos o tres meses habrá cierta pausa, eso casi seguro, pero después espero que vamos a seguir colaborando", dijo.
"Estoy preocupada en cuanto a este proyecto, porque en este caso no se trata de cooperación puramente empresarial, es la colaboración que se desarrolla a nivel estatal", indicó.
Subrayó que los proyectos relacionados con la energía nuclear "requieren un control muy riguroso y muy duro de parte del Estado".
Mashkova agregó que el Comité ruso para la Cooperación Económica con América Latina siente mucho "este golpe de mano tan inesperado que sufrió Bolivia".
"Nosotros nos solidarizamos con este pueblo y estamos dispuestos a seguir colaborando de la misma forma que siempre", expresó.
El líder indígena Evo Morales, que presidía Bolivia desde 2006, dimitió el 10 de noviembre en medio de violentas protestas y tras petición expresa por parte de la policía y las Fuerzas Armadas.
La renuncia se produjo poco después del anuncio de nuevas elecciones generales, y en la misma fecha en la que auditores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sugerían repetir la votación en Bolivia ante la imposibilidad de validar la victoria de Morales en la primera vuelta de los comicios del 20 de octubre pasado.
Morales alegó la necesidad de poner fin a una campaña de secuestros, maltratos y persecuciones y denunció un "golpe cívico-político-policial" orquestado por el expresidente Carlos Mesa, su rival en las recientes elecciones presidenciales, y el líder cívico Luis Fernando Camacho.
Varias naciones, entre ellas Cuba, México y Venezuela, calificaron lo sucedido como un golpe de Estado.
Tras la renuncia de Morales y buena parte de la cúpula dirigente, incluido el vicepresidente Álvaro García Linera y la titular del Senado Adriana Salvatierra, la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, Jeanine Áñez Chávez, reclamó que le corresponde a ella asumir provisionalmente la presidencia de Bolivia para convocar nuevas elecciones.