La corte mantuvo las acusaciones de financiación del terrorismo y violación del embargo impuesto por la Unión Europeo, entre otras.
Lafarge presuntamente financió organizaciones radicales, incluido el grupo ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), para que dejaran a la compañía continuar con su negocio en Siria.
Finalmente la planta de Lafarge en Siria cerró en septiembre de 2014.
En julio de 2015, Lafarge se fusionó con la suiza Holcim y en 2016, el grupo LafargeHolcim reconoció que los directivos de su planta en Siria financiaron entre 2012 y 2014 a terroristas para que no amenazaran la seguridad del personal.
El escándalo salpicó además a Laurent Fabius que fungió como ministro de Exteriores de Francia entre 2012 y 2016 durante el Gobierno del presidente Francois Hollande.
Fabius actualmente es presidente del Consejo Constitucional francés.