"Hemos creado condiciones que permitirán tratar, con calma y no en los intervalos entre combates, el destino de los kurdos en Siria", dijo Lavrov en una entrevista con la cadena Rossiya 24.
El canciller ruso subrayó que el tema de los kurdos va más allá de la crisis siria.
"Los kurdos viven en Irak, los kurdos viven en Irán y, por supuesto, un gran número de kurdos vive en Turquía. Nadie quiere que estos países, esta región 'exploten' por la tensión en torno al problema kurdo. Nadie quiere que los kurdos se sientan como personas de segunda clase", señaló.
Una semana después, Ankara acordó con Washington suspender la operación a condición de que las fuerzas kurdosirias, aliadas de EEUU, fueran retiradas de la zona de seguridad.
El 22 de octubre los presidentes de Turquía y Rusia acordaron el despliegue de policías militares rusos y soldados sirios en el norte de Siria, pero fuera del área en la que operan las tropas turcas.
La incursión militar turca en el noreste de Siria https://t.co/1fw7Un6XeR
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 18, 2019
Además se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarían el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros y que después comenzaría el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.