Las anteriores cumbres, indica el asesor diplomático en una declaración publicada por la agencia KCNA, sirvieron como ocasiones históricas para que los máximos líderes de los dos países expresaran su voluntad de poner fin a la hostilidad y establecer la paz y la estabilidad en la península de Corea.
"Sin embargo, no se ha hecho nada para implementar las cuestiones acordadas en las conversaciones anteriores, lo que ensombrece la posibilidad de que se lleve a cabo una próxima cumbre", señaló.
"No obstante, Estados Unidos no ha hecho nada para implementar la declaración conjunta. Al revés, los estadounidenses reanudaron sus maniobras militares conjuntas pese a que el presidente de Estados Unidos se comprometió personalmente a suspenderlas, y aumentaron sus sanciones a Corea del Norte con el único fin de empeorar las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos", constató.
El alto funcionario lamentó que los estadounidenses estén obsesionados con el desarme nuclear de Corea del Norte.
"Todo esto suscita dudas de que con una nueva cumbre se logre un gran avance en las relaciones entre los dos países", sostuvo.
El asesor norcoreano espera que Trump tome una decisión sabia y audaz para mejorar las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos.
Desde junio de 2018 los líderes de los dos países se reunieron en tres ocasiones, la última en junio de 2019 en la zona desmilitarizada de las dos Coreas.