Borís Nalivaiko era un agente soviético que fue enviado a Viena como cónsul. Allí despertó el interés de la inteligencia estadounidense en 1951. Sin embargo, el intento de reclutamiento no se produjo hasta 1955.
'Cherchez la femme'
Un día, su esposa Yanina y su hija de seis años salieron de compras. De repente, un auto se detuvo al lado. Dos personas salieron del vehículo: un conocido suyo, el periodista estadounidense Robert Grey, a quien no había visto desde hacía mucho tiempo, y otro hombre. Grey lo presentó como su buen amigo Francis Manning.
"Su marido está en peligro", le dijo Manning a Yanina, entregándole un paquete.
Sin embargo, Manning no la dejó en paz, de manera que tuvo que entrar a una confitería que estaba allí mismo. No obstante, al salir de la tienda, se dio cuenta de que Manning todavía la estaba esperando.
El hombre le mostró a Yanina el contenido del paquete. Era un número del periódico vienés Wiener Kurier con las fotos de su marido y dos agentes en la portada y con un titular: El cónsul soviético es un espía. Aun así, la esposa del agente no tomó el paquete y se marchó rápidamente a casa. El perseguidor se quedó atrás.
En casa llamó a su marido. Teniendo en cuenta que el teléfono podía estar intervenido, se le ocurrió una excusa.
"Vuelve a casa, tu hija se enfermó", le dijo.
Borís Nalivaiko denunció el incidente al jefe de la red de agentes en Austria. Si los estadounidenses no reclutaban al cónsul soviético, se publicaría la información del periódico, lo que causaría un gran escándalo. Los espías desarrollaron así un plan para evitar la publicación.
Escándalo en el café Gartenbau
Al rato Robert Grey llamó a Nalivaiko para disculparse por el comportamiento incorrecto y le advirtió sobre los supuestos problemas que amenazaban al cónsul soviético. Después de coordinar la reunión, Nalivaiko vio a Grey en un parque de la ciudad y acordó reunirse con Francis Manning. El agente soviético impuso una condición: Manning debía presentar un documento sobre su autoridad. Este documento podría usarlo la inteligencia soviética como prueba del reclutamiento.
Manning pidió cerveza para los tres. La conversación entre Manning, Grey y Nalivaiko comenzó con temas ajenos al eje del conflicto, pero poco a poco se puso el foco en el punto en el que los estadounidenses esperaban colocar al cónsul: si traicionaba a su patria y se movía en EEUU.
El cónsul soviético pidió el documento acordado. Manning sacó el papel, doblado en cuatro partes, del bolsillo interior de su chaqueta, lo desplegó y se lo tendió a Nalivaiko sin soltarlo de su mano. El cónsul calificó tal desconfianza de insulto. Manning se disculpó y le entregó el documento. Era una orden del Departamento de Estado de EEUU que permitía a Borís Nalivaiko, su esposa e hija, entrar y residir en el país norteamericano sin obstáculos.
Al ver la pelea, quienes estaban en el café se levantaron de sus sillas. Nalivaiko anunció en voz alta el chantaje para obligarlo a trasladarse a EEUU. En ese momento, en el café aparecieron policías austriacos, a los que la intérprete había avisado. Asimismo, en el establecimiento se halló el paquete con la falsa portada del Wiener Kurier con la foto de Nalivaiko.
Increíblemente, 45 años después, en marzo de 2000, Borís Nalivaiko volvió a encontrarse con Francis Manning. El encuentro tuvo lugar durante la presentación del libro El campo de batalla de Berlín. Manning, cuyo nombre real era David Murphy, el exdirector del Departamento ruso de la CIA, era uno de sus autores. Se saludaron mutuamente. En la copia para Borís Nalivaiko, Manning estampó su firma, y entre paréntesis escribió: "Sin cerveza".