Hacia las 8:00 (GMT+8), se cancelaron 160 salidas y 150 llegadas programadas entre la medianoche del 12 de agosto y las 23.55 del día 13, lo que provocó largas filas de pasajeros frente a los mostradores de facturación y en la sala de salidas.
El Airport Express funcionaría con intervalos más largos, de 15 minutos, y el operador ferroviario MTR recomendó a los pasajeros que se registren en las estaciones de Hong Kong o Kowloon hacerlo dos horas antes del vuelo, en lugar de los habituales 90 minutos.
Mientras, la aerolínea bandera Air China anunció que va a agregar vuelos adicionales entre Pekín y Shenzhen, la ciudad continental próxima a Hong Kong, en lo que queda del día.
Previamente, la administración aeroportuaria advirtió que habría cambios en el horario de vuelos el 13 de agosto, lo que afectaría al tráfico aéreo, y sugirió a los pasajeros seguir las últimas actualizaciones a través del sitio web del aeropuerto o la aplicación móvil y comprobar la hora de su vuelo antes de viajar a la terminal.
Los críticos de esta normativa temen la entrega de disidentes políticos a Pekín.
El 15 de junio, el Gobierno de Hong Kong suspendió la polémica ley, pero se negó a revocarla por completo, por lo que las protestas y los choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes continúan.