El canciller nipón, Taro Kono, tras convocar a la sede de Exteriores al embajador surcoreano, Nam Gwan-pyo, calificó la decisión de Seúl de "muy lamentable".
"Es problemático que Seúl esté dejando una situación de violación del derecho internacional tal como está", señaló el ministro, citado por la agencia Yonhap.
Por su parte, el diplomático surcoreano criticó las recientes restricciones impuestas por Tokio en materia de exportación, al señalar que "las medidas unilaterales de Japón están perjudicando a las personas y empresas de ambos países".
El 18 de julio fue la fecha límite marcada por Tokio para que Seúl respondiera a su iniciativa de formar un panel de arbitraje, integrado por representantes de terceros países.
La disputa comenzó después de que la Corte Suprema de Corea del Sur ordenara en 2018 a las empresas japonesas el pago de compensaciones a las víctimas del trabajo forzoso. Tokio protestó enérgicamente por esa resolución argumentando que el asunto quedó zanjado en 1965, con la firma de un tratado sobre el establecimiento de las relaciones diplomáticas.
A principios de este julio, Japón restringió sus exportaciones a Corea del Sur y se plantea excluirla de la lista de países que reciben un trato preferencial en el comercio.