"Ustedes pueden partir de que el cargo que estoy cumpliendo supone ser responsable y que me porto respectivamente en el asunto de la salud, también pueden partir de que como toda persona estoy muy interesada en seguir estando sana, por lo cual cuido mi salud", dijo en rueda de prensa que ofreció junto con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen.
"Nadie se pone más joven, solo más experimentado probablemente, en todo hay su lado bueno", señaló.
La cadena N-tv transmitió hace unos días la reunión de Merkel con el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, durante la cual la canciller tuvo fuertes espasmos.
La primera vez que eso sucedió fue cuando estuvo reunida el 18 de junio con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, entonces la líder alemana lo atribuyó a una supuesta deshidratación y aseguró que se recuperó tras beber agua.
El 10 de julio, en una reunión con el primer ministro finlandés, Antti Rinne, Merkel sufrió temblores en público por tercera vez, el ataque duró cerca de un minuto y fue menos fuerte que en los dos episodios anteriores.