"Siempre está la tentación de atribuirlo todo a los factores externos pero el asunto, a mi modo de ver, no se limita a ellos", afirmó Nabiúlina al intervenir en la 28ª edición del Congreso Financiero Internacional que se inauguró este 4 de junio en San Petersburgo.
Para la presidenta del BC, la situación no es dramática a pesar de que a la desaceleración de la economía global se suman hoy las guerras comerciales y las tensiones geopolíticas.
Según Nabiúlina, la economía rusa está "mejor protegida ante los riesgos externos y preparada para nuevos brotes de volatilidad".
Los principales frenos para el desarrollo económico de Rusia, a su juicio, son internos.
"El reto que afrontamos hoy es, quizás, aún más peligroso. Los ritmos del crecimiento económico son muy bajos, la comunidad empresarial no ve perspectiva por ahora, el aumento de los ingresos de la población es casi nulo y la percepción ciudadana de una mejora de vida resultante de la estabilidad que se ha logrado es precaria", dijo.
La fórmula para conseguirla, según Nabiúlina, incluye la eliminación de las barreras administrativas, la protección de la propiedad privada, los tribunales independientes, la solución judicial de los litigios corporativos, el fomento de los recursos humanos y la mejora de la calidad de gestión.
"Llevamos muchos años repitiéndolo, prácticamente sin variación alguna. Hablar del clima de inversión, algo que parecía correcto en un principio, se ha ido convirtiendo en un lugar común, luego en palabras huecas en boca de funcionarios y ahora, en un grito de desesperación a veces", agregó.