"El plan va a comenzar con un financiamiento de México a El Salvador, vamos a aportar recursos por varios millones de dólares", dijo Ebrard en la sede de la ONU en Nueva York.
Los mandatarios anunciarán una serie de acciones "con el objetivo de atender a la población migrante mañana (jueves), cuando se inicia la implementación del plan elaborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal)", con participación de los gobiernos del llamado Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras).
El objetivo del plan es mejorar las condiciones de vida de la población centroamericana y del sureste de México para frenar la migración indocumentada hacia EEUU.
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La iniciativa también contará con el apoyo de al menos 14 agencias de la ONU, dijo el secretario de Relaciones Exteriores en un mensaje a la prensa, a la salida de su reunión con Guterres.
México busca demostrar a la Casa Blanca que es posible evitar la migración masiva originada por la pobreza y la inseguridad, "de ahí la relevancia de impulsar el desarrollo económico y social en esas naciones".
El objetivo de la nueva política migratoria mexicana es "regular la migración, que no se puede evitar, es un derecho humano que se debe garantizar" dijo al funcionario.
Sin embargo, Ebrard también señaló que las autoridades federales están obligadas a garantizar la seguridad de los migrantes indocumentados.
"Tenemos que enfrentar a las bandas criminales de tráfico de personas, y a la vez apoyar a los hermanos centroamericanos para el desarrollo en sus propios territorios", para que la migración no sea obligada por la violencia y la pobreza, puntualizó.
En México, el objetivo del plan es restaurar el sector agrario, invirtiendo en localidades rurales para sembrar un millón de hectáreas en sistemas productivos agroforestales, maderables y frutales y con el fin de generar empleos para 400.000 campesinos.
López Obrador y Bukele también anunciarán otros proyectos de inversión en Honduras y Guatemala.
México comenzó esta semana a implementar un plan para enfrentar la migración masiva de indocumentados en su frontera sur, con el despliegue de hasta 6.000 guardias nacionales para evitar una confrontación comercial con EEUU, que amenaza con imponer aranceles a los productos mexicanos.
Este país estima en 1,5 millones la cantidad de indocumentados que estarían en su territorio, y que el negocio del tráfico ilegal de indocumentados oscila entre 3.500 y 7.000 millones de dólares anuales.