El Ejército turco planea usar el S-400 para proteger ciudades importantes del país e instalaciones estratégicas en Estambul y Ankara, mientras que los aviones F-35 de fabricación estadounidense serían desplegados en Malatya.
"Estas ciudades están separadas por una gran distancia. Si los estadounidenses demuestran que hay riesgos, cambiaremos los parámetros del sistema S-400", dijo Hulusi a la prensa en Washington, según recoge la agencia Anadolu.
El Gobierno estadounidense amenazó a Turquía con imponerle sanciones por la compra del S-400 y suspender la entrega de los cazas F-35.
Hulusi recalcó que es inaceptable hablar con Turquía con amenazas y ultimatos.
El ministro recalcó que "el contrato sobre los S-400 y la participación de Turquía en el programa para la creación del avión de quinta generación F-35 no están relacionados".
"Los S-400 están desplegados en Siria, mientras que Israel tiene en sus arsenales los F-35, pero nadie en Washington habla de riesgos. Lo mismo se observa en la zona del mar Báltico", apuntó el titular turco de Defensa.
Hulusi agregó que su país seguirá negociando con Estados Unidos las condiciones para adquirir el sistema antiaéreo Patriot.
A principios de este mes, el Pentágono frenó la entrega de los aviones F-35 a Turquía debido a su propósito de desplegar los sistemas antiaéreos S-400.
El 5 de abril, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que la propuesta rusa para la compra de sus sistemas S-400 es más favorable para Turquía que la de Estados Unidos con los Patriot.
En diciembre pasado, el Departamento de Estado de EEUU aprobó la posible entrega a Turquía de sistemas Patriot por un monto de 3.500 millones de dólares, pero el Congreso sigue sin dar su visto bueno a ese trato.
El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.