"Hoy visité en el hospital a mi amigo sacerdote, padre Ernesto Cardenal, con quien pude conversar unos minutos. Después de haber orado por él, me arrodillé ante su cama y le pedí su bendición como sacerdote de la Iglesia Católica, a lo cual accedió gozoso.", tuiteó el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.
Cardenal, que recién cumplió 94 años de edad, lleva dos semanas hospitalizado, pero recién salió a la luz su delicado estado de salud.
"¡Gracias, Ernesto, por haber sabido cantar con belleza y fe el misterio Santo de Dios y por haberlo vivido en las contradicciones de la historia en solidaridad y amor a tus hermanos!", abundó el obispo Báez en su página oficial de Facebook.
A su vez, la poetisa y novelista nicaragüense Gioconda Belli expresó en sus redes sociales su preocupación por la gravedad de Cardenal: "El está listo para partir. A sus 94 lo ha dicho con frecuencia. Los que no estamos listos somos nosotros. Ojalá no se nos vaya aún", admitió la reconocida autora.
Belli definió a Cardenal como "soldado de las palabras" y "adelantado astronauta en sus exploraciones del cosmos, el dulce y también cascarrabias ser humano que hizo de su vida una incesante búsqueda del sentido del ser, de la inmensidad del universo, de la justicia terrena y la magnanimidad divina".
Cardenal es considerado uno de los últimos autores más prestigiosos de Nicaragua, con obras traducidas a más de 20 idiomas y reconocimientos internacionales como la orden Legión de Honor en Grado de Oficial del Gobierno de Francia, y una nominación al Premio Nobel de Literatura en 2005.
Vinculado a las luchas progresistas de América Latina y al movimiento sandinista de Nicaragua, Cardenal y otros curas adscritos a la Teología de la Liberación fueron suspendidos del ejercicio del sacerdocio en 1984 por el entonces papa Juan Pablo II.