"Nadie del equipo duda de que vayamos a sacarlo y cruzamos los dedos y deseamos y confiamos en que podamos rescatarlo con vida", dijo en declaraciones a los medios la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez.
Sin embargo, los equipos de ingenieros no son optimistas sobre que las labores de rescate puedan permitir acceder a Julen en las próximas horas e incluso estiman que pueden llegar a tardar hasta dos días.
La estrechez del agujero hace imposible que un adulto pueda bajar por él, y los equipos de ingenieros se encuentran estudiando la forma de poder llegar hasta el menor sin causarle daño en el proceso.
"La situación es difícil, es inédita y las decisiones se van tomando conforme nos vamos encontrando las dificultades", explicó a la prensa el delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos en Málaga, Ángel García Vidal, que trabaja en la operación de rescate.
Según explicó, "si esto fuese una obra cualquiera se tardaría meses de trabajo, entre estudios de viabilidad, proyectos, alternativas".
De acuerdo con el relato de los padres, Julen cayó al pozo tras echar a correr y separarse de ellos, que se encontraban preparando una comida en el campo.
El 16 de enero, los equipos de rescate encontraron restos biológicos del niño en el agujero, por lo que certificaron su presencia en el pozo, aunque la estrechez del agujero hace que las autoridades sigan sin saber si se encuentra o no con vida.
Según reportaron medios locales, el pozo fue construido de forma ilegal, no contaba con los permisos necesarios y, además de no estar señalizado, la persona que lo construyó se limitó a poner una piedra sobre el agujero de entrada para tapar el acceso.
El caso atrajo una gran atención mediática en España, donde prácticamente todos los medios de comunicación siguen el desarrollo de los acontecimientos al minuto.