"Tomamos nota de este tipo de declaraciones (…) pero no pueden ser argumento para cambiar las leyes de nuestro país", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El 25 de noviembre tres barcos de la Armada ucraniana violaron la frontera rusa al entrar en en sus aguas provisionalmente cerradas, navegando desde el mar Negro hacia el estrecho de Kerch, por lo que fueron detenidos.
En los buques de guerra ucranianos se encontraban un total de 24 tripulantes, dos de ellos agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania que al parecer dirigían la incursión.
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Actualmente los infractores ucranianos afrontan un proceso judicial por el cruce ilegal de la frontera.
Moscú calificó el incidente de provocación y denunció que Kiev violó las normas fundamentales del derecho internacional.
Los guardacostas rusos elevaron la vigilancia del estrecho de Kerch después de que radicales ucranianos amenazaran en mayo pasado con volar un puente recién construido, el más extenso de Europa, que conecta a Crimea con la parte continental del país.