El fin de la protesta se produce después de la petición de varios expresidentes catalanes de que abandonaran la huelga por motivos de salud y porque "ya han conseguido el objetivo de remover todas las conciencias que se tenían que remover", según explicó la portavoz.
Los presos independentistas, entre ellos varios miembros del anterior Ejecutivo catalán, se encuentran desde hace más de un año en prisión provisional como medida cautelar por riesgo de fuga a la espera de ser juzgados por supuestos delitos de sedición, rebelión y malversación relacionados con el proceso soberanista catalán, en particular con la organización del referéndum unilateral de autodeterminación del 1 de octubre de 2017.
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El abandono de la huelga de hambre llega después de que cinco expresidentes del Gobierno catalán y cuatro expresidentes del Parlamento de Cataluña pidieran a los políticos independentistas romper su ayuno.
En declaraciones a los medios de comunicación desde Ginebra, Puigdemont afirmó que el ayuno de los presos sirvió para "sacudir conciencias" e "internacionalizar" su causa, por lo que se puede considerar que el objetivo de la huelga "ya está conseguido".
Preguntado por el estado de salud de los políticos declarados en huelga de hambre, Puigdemont recordó que el ayuno ya estaba generando secuelas visibles a los políticos involucrados, pero subrayó que "su fortaleza y su determinación" siguen siendo "sólidas".