"Por mi parte pediré a la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y al Consejo de Europa que presten atención y tomen medidas contra estas violaciones", dijo a la prensa.
Subrayó que la prohibición en cuestión es "una violación de los derechos humanos" tanto a nivel nacional como internacional.
Por su parte, el líder de Rusia, Vladímir Putin, prometió que no se tomarán medidas recíprocas contra los ciudadanos ucranianos, al contrario, se les facilitará su estancia en Rusia e incluso la tramitación de la nacionalidad rusa, si alguien lo desea.
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Las autoridades ucranianas decretaron desde el 26 de noviembre la ley marcial por 30 días a lo largo de la frontera con Rusia, así como en las costas del mar Negro y el mar de Azov, luego de que el día 25 Rusia apresara dos lanchas cañoneras y un buque remolque que violaron la frontera de Rusia al entrar en aguas provisionalmente cerradas, navegando desde el mar Negro hacia el estrecho de Kerch.
Las autoridades rusas procedieron al arresto después de que las naves ucranianas no acataran la orden de detenerse y realizaran maniobras peligrosas, según explicó el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB, por sus siglas rusas).
El FSB tachó las acciones de las naves ucranianas de una provocación, ordenada por Kiev y coordinada por dos agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania que estaban a bordo de los buques detenidos.