"Instamos a la moderación, al cumplimiento del derecho internacional y a prevenir una mayor escalada", dice la declaración conjunta publicada en la web del Gobierno canadiense.
Además, los ministros del G7 llamaron a Rusia a que libere a los tripulantes detenidos y devuelva los barcos a Ucrania.
"Llamamos a Rusia a que libere a la tripulación y los barcos y a que no obstaculice el paso legal por el estrecho de Kerch", dice la declaración.
El 25 de noviembre tres barcos ucranianos —las lanchas artilladas Berdiansk y Nikopol y el remolcador Yani Kapu— violaron la frontera de Rusia al entrar en sus aguas provisionalmente cerradas, navegando desde el mar Negro hacia el estrecho de Kerch.
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Las embarcaciones ucranianas realizaron maniobras peligrosas y desoyeron la exigencia de parar, por lo que fueron detenidas con sus 24 tripulantes.
A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que con ese incidente Kiev busca ganar puntos de cara a las elecciones presidenciales, previstas para el 31 de marzo de 2019.
La libre navegación en el mar de Azov —mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral— se complicó en los últimos meses después de que guardacostas ucranianos detuvieran a dos barcos rusos que habían visitado la península rusa de Crimea, que Kiev considera territorio suyo.
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Moscú catalogó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.