"Entendemos que las sanciones son una realidad; no armamos un lío y no vamos a suplicar a nuestros socios en Europa o en cualquier otro lugarque las cancelen", dijo Lavrov en la conferencia de prensa conjunta con su par italiano Enzo Moavero Milanesi.
"Los fabricantes italianos de productos agrícolas calcularon que solo con el problema que surgió con la exportación de productos agrícolas de Italia a Rusia, perdieron 3.000 millones de euros", subrayó el ministro.
Además, el político ruso destacó la opinión de Kremlin respecto a las sanciones contra Rusia.
"Consideramos las sanciones una decisión absolutamente politizada, una decisión que, en el caso de los habitantes de Crimea, los castiga por la expresión de su libre voluntad", concluyó Lavrov.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia realiza una visita de trabajo a Italia del 22 al 23 de noviembre en el marco de la cual participó en a Conferencia MED — Diálogos sobre el Mediterráneo.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Desde entonces, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
Moscú, que respondió a las sanciones con un embargo alimentario, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania y reafirmó que la adhesión de Crimea se llevó a cabo respetando la legislación internacional y la Carta de la ONU.