"Me gustaría pedir asilo en EEUU porque yo a mi país no puedo regresar", dijo a Sputnik una joven hondureña de 27 años que pidió omitir su nombre por cuestiones de seguridad. "Mi exmarido me hizo amenazas muy fuertes de muerte, él es un militar, trabaja para el Gobierno", explicó la joven hospedada en el albergue temporal instalado en el deportivo Benito Juárez en Tijuana, a metros de la frontera entre México y Estados Unidos.
"Ya teníamos más de dos años de separados, pero cuando supo que yo tenía una nueva pareja, se puso violento. Amenazó con matarnos", contó la muchacha. Tuvo mucho miedo, dijo, porque ellos "andan armados" y son intocables.
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Algunas personas comentaron a esta cronista que esperarán la llegada del resto del grupo, 2.200 personas que quedaron varadas en Mexicali, a 200 kilómetros de Tijuana y que no se han reunido por que no se les ha brindado el transporte prometido.
La segunda caravana del éxodo arribó este lunes a Jalisco, estado que ya no les brindará albergues al grupo, sino que según publimetro, disgregaron nueve puntos de atención a lo largo del estado, en las rutas que van desde la frontera con Guanajuato hasta los inicios de Nayarit.
La tercera caravana está en la Ciudad de México, donde fue trasladada a la casa del peregrino, en la Basílica de Guadalupe. "Estamos en espera de que podamos conseguir un trabajo, o una visa, refugio y poder establecernos. Pero nos están diciendo que esto va para largo", dijo la joven del inicio de este reporte. "El problema es que no tenemos quien nos reciba del otro lado. México no es nuestra prioridad porque para ayudar a nuestras familias, no da", sostuvo.
"Los oficiales de CBP [aduana y protección fronteriza] cuando las personas llegan a la garita, les dicen que no hay asilo, que no hay cupo, que no es su función", explicó. "Si alguien llega expresando temor de regresar a su país, tiene derecho a que se escuche su caso con un oficial de asilo o un juez de migración", agregó.
Dijo a Sputnik que la autoridad migratoria cambia a diario el número de personas que está dispuesta a atender, que puede variar entre las 20 o 90 personas, "a raíz de lo que se ha amontonado una población muy vulnerable, que tienen que buscar cómo sobrevive en una ciudad peligrosa mientras espera su turno para entrar".
Para agilizar la situación y no hacer que cada uno de los interesados que están en el albergue temporal del Benito Juárez tenga que presentarse por su propio pie en la garita a pedir un turno, el éxodo lleva su propia lista. Según Mensing, ya hay 500 personas interesadas en pedir asilo a Estados Unidos, aparte de quienes hicieron su solicitud directamente en la garita de El Chaparral-San Ysidro.
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Explicó que aunque desde la Ciudad de México, varias organizaciones (Al Otro Lado, National Lawyers Guild, y Pueblos Sin Fronteras) han brindado asesoría legal de manera general a grupo grandes, hay "muchas otras organizaciones que están colaborando para que vengan más abogados de Estados Unidos que conocen su sistema de asilo, a brindar asesoría individual. "Para que si alguien no tienen un buen caso, busque otra opción, pero que pueda tomar una decisión informada", dijo en entrevista para Sputnik.
"Nuestro objetivo no es que la gente entre a EEUU ni que se queden en México, nosotros no tenemos una opinión sobre lo que deben hacer. Nuestro papel es brindar información verídica, correcta, para que cada quien pueda ejercer su voluntad", sostuvo.
"La pobreza atraviesa a mi país, hay días que se trabaja y otros que no. Yo trabajo en el campo, en la agricultura. Siembro frijoles y maíz, pero este año no sembré nada porque no tengo dinero para trabajar. Mi país está derrotado", dijo a esta cronista.
Núñez puso el dedo en la llaga: él sabe que la pobreza no es motivo aceptado por el gigante del norte para recibir asilo. "Tendría que haber [posibilidad de pedir asilo] porque las necesidades son grandes, no sólo por la violencia huye la gente. Estamos pobres y necesitamos ayuda, una solución para los que no clasificamos".
Contra la violencia
"Expresamos un rechazo rotundo a las declaraciones del alcalde y exigimos que se retracte y recline en su propuesta de una consulta ciudadana [para saber si reciben o no a más gente] destinada a criminalizar a los migrantes que llegan a la frontera", expresaron en conferencia de prensa el 19 de noviembre.
Durante la jornada previa, una centena de personas con banderas mexicanas se manifestó de manera violenta y buscaron llegar hasta el albergue para agredir a los migrantes, pero fueron detenidos por un cerco de la gendarmería mexicana, a cargo de la Policía.
"No querer migrantes en Tijuana es no querer a la ciudad misma. El Gobierno no representa a la población y hace todo lo posible por dividirnos", expresaron las organizaciones. "Una caravana de migrantes no es la causante de los problemas de nuestro país, son los Gobiernos los primeros responsables de la crisis y violencia que vivimos".