El bono "está siendo firmado para el sector privado", confirmó en una rueda de prensa el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.
El Gobierno autorizará a que algunas empresas puedan pagar el bono en más cuotas, y también permitirá que el desembolso, que no será remunerativo, compute en los aumentos que se negocien a futuro.
Los trabajadores del sector público, que son 210.000 en todo el país, también recibirán una compensación, que será anunciada en las próximas horas por el vicejefe de gabinete, Andrés Ibarra.
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La decisión de pagar este bono se tomó durante una reunión del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, celebrada la semana pasada con la Confederación General del Trabajo (CGT), con la Unión Industrial Argentina (UIA) y con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La compensación se acordó para amortiguar la pérdida de poder adquisitivo que han tenido los trabajadores debido a la inflación, que superó el 40% en los últimos doce meses.
El Gobierno argentino aceptó estas concesiones con la expectativa de neutralizar una huelga general convocada por la CGT, la quinta que enfrentaría su gestión desde que llegó al poder en diciembre de 2015.