Según explicó Calvo en declaraciones a los medios de comunicación desde el Congreso de los Diputados, tanto el Vaticano como el Gobierno español están de acuerdo en que Franco no puede ser trasladado a La Almudena una vez que sus restos mortales sean retirados del complejo monumental del Valle de los Caídos.
"Acordamos de manera conjunta encontrar una salida que obviamente no puede ser La Almudena", dijo Calvo sobre la reunión que mantuvo el 29 de octubre con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
En su conversación con los medios de comunicación, Calvo insistió en que siguen en marcha los trabajos para encontrar una nueva localización para los restos del dictador, pero siempre bajo la premisa de que "el Estado debe garantizar que no se ensalce a Franco a ningún sitio".
"Estamos todos sometidos a la ley, y el lugar donde estén los restos debe ser un lugar donde no se puedan producir manifestaciones de enaltecimiento", añadió.
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En opinión del Gobierno, el traslado de Franco, que cuenta con el visto bueno del Congreso de los Diputados, debe hacerse a "una posición precisa para hacer justicia y proteger a las víctimas".